En un área que es parte de un proyecto de construcción en curso para mejorar las secciones existentes del muro fronterizo entre México y Estados Unidos, específicamente en el estado de California, el viento fuerte de la zona, derribó parte de los paneles, del lado mexicano de la frontera.

Según el agente Carlos Pitones, del sector de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos en El Centro, California, las secciones que cayeron, se habían colocado recientemente en una nueva base de concreto en Calexico, California. El concreto aún no se había secado, y por ello, esa parte del muro no soportó las condiciones del viento. Los vientos en dicha área soplaron a una velocidad de hasta 60 km por hora el día del derrumbe. “Estamos agradecidos de que no hubo daños a la propiedad o lesiones”, dijo el agente Pitones.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de México dice que funcionarios  de Mexicali desviaron el tráfico del área del desplome del muro, y la propia agencia está trabajando con el gobierno mexicano para arreglar esa parte del muro. Pitones dijo que actualmente no se sabe cuánto tiempo será necesario suspender el trabajo de construcción en el área para permitir la limpieza de los escombros.

Tres años después del inicio de su presidencia, la gran promesa de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha enfrentado a una serie de desafíos legales y logísticos. Incluso con fondos, la administración tendrá que lidiar con propietarios privados de tierras cuya propiedad puede ser confiscada para construir barreras a lo largo de la frontera mexicana.

El mandatario ha tratado de sacar cientos de millones de dólares de varias cuentas del gobierno norteamericano mientras su administración busca construir cientos de kilómetros de barreras en el período previo a las elecciones presidenciales de 2020. La administración anunció en enero que el muro había alcanzado la marca de los 160 kilómetros, con diseños mejorados. No obstante la inmigración ilegal sigue pasando.