Funcionarios de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, informaron la próxima apertura de un acuario (AQVARIVM) de administración privada en el casco histórico de la capital cubana, en La Habana Vieja, según la página de Facebook, de La Quinta de los Molinos.

La información señala que “próximamente abrirá sus puertas el Acuario de la Habana Vieja con un novedoso proyecto de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), Cuba, diseñado por @_sumadesign”.

Agregan que el mismo abriría para finales de este 2023, con un espacio totalmente renovado y seguramente precios también más elevados, en medio de la inflación actual. La administración del local estará a cargo de la empresa privada, PYME La Quinta SURL de la propia OHCH y contará con “espacios dedicados a los peces de agua dulce y otros para conocer sobre el mar y su conservación gracias a las nuevas tecnologías”.

¿Privados toman el mando en Cuba? Un acuario, un parque…

Poco a poco, numerosos espacios estatales, que estuvieron abandonados por mucho tiempo, como mercados, restaurantes, tiendas, locales deportivos, etc, están siendo arrendados al estado para la explotación y uso de empresarios privados, como es el caso reciente del Jalisco Park. Una apertura que también ha sido muy criticada por los precios de los aparatos infantiles y la oferta gastronómica dentro del parque.

“¿Estará en el mismo local que estaba antes? Parece que será en uno más espacioso para más peceras”, cuestionó una habanera al respecto. Desde la empresa de la Quinta de los Molinos contestaron que estaría en el mismo sitio. ¿Cuál es la dirección? Teniente Rey, 9 (entre Oficios y Mercaderes).

Según la web del Centro Histórico, este “AQVARIVM” muestra peces ornamentales de agua dulce, con cerca de 80 especies, la mayoría endémicas de la isla. Fue inaugurado en el año 2000, pero lleva tiempo sometiéndose a una restauración privada, para salir al público a finales de este año con mejoras.

La sala, en penumbra, destaca la coloración de los peces en exhibición, y las proyecciones en las paredes hacen que el visitante se sienta en un ambiente acuático, sobre todo los niños.