El Departamento de Estado de los Estados Unidos anuncia la designación de Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo, “por brindar reiteradamente apoyo a actos de terrorismo internacional al otorgar puerto seguro a terroristas.”

La nota especifica que “la Administración Trump se ha centrado desde el principio en negar al régimen de Castro los recursos que utiliza para oprimir a las personas en la isla y contrarrestar su interferencia maligna en Venezuela y el resto del hemisferio occidental”.

“Con esta acción, una vez más responsabilizamos al gobierno de Cuba y enviamos un claro mensaje : el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense. Durante décadas, el gobierno cubano ha alimentado, albergado y proporcionado atención médica a asesinos, fabricantes de bombas, y secuestradores. Mientras que muchos cubanos pasan hambre, se quedan sin hogar y sin medicinas básicas.”

#ÚLTIMAHORA El gobierno de Trump declara a Cuba "Estado patrocinador del terrorismo" #AFP pic.twitter.com/nGW6HxhuXi

— Agence France-Presse (@AFPespanol) January 11, 2021

¿Qué implicaría para Cuba la vuelta a este listado? Pues la nueva etiqueta “de terrorismo” podría obstaculizar los acuerdos comerciales con terceros países de los que Cuba depende para importar bienes esenciales y desanimar a los inversores extranjeros en su importantísima industria turística.

We condemn the US announced hypocritical and cynical designation of #Cuba as a State sponsoring terrorism.

The US political opportunism is recognized by those who are honestly concerned about the scourge of terrorism and its victims.

— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) January 11, 2021

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Por el momento el Departamento de Estado no ha respondido a una solicitud de comentarios sobre la nueva política, informada por primera vez por Bloomberg News.

Estados Unidos incluye de nuevo a #Cuba en su lista de Estados patrocinadores del terrorismo, de la que salió en 2015.
Un regalo final de Trump a sus votantes de origen cubano en Florida, que promete ahogar todavía más a una isla sumida en una profunda crisis económica. pic.twitter.com/pvaoA0sDYq

— Lucía Leal (@lucialealb) January 11, 2021

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La decisión es parte de un bombardeo de movimientos de última hora por parte de la administración Trump para impulsar políticas de línea dura defendidas por influyentes distritos políticos nacionales a pesar de las complicaciones que crean para los abogados del Departamento de Estado, los intereses humanitarios en el extranjero y la administración entrante de Biden.

La posibilidad inmediata de la incorporación de Cuba a la lista de terrorismo ya ha llevado a los funcionarios de Cuba a protestar contra la medida. Los críticos han cuestionado durante mucho tiempo el interés de Estados Unidos en colocar a Cuba en la lista de terrorismo por delante de otros países, atribuyéndolo a la presión de la comunidad cubanoamericana en Florida.

“Devolver a Cuba a esta lista es claramente una decisión motivada políticamente, una recompensa a los aliados políticos internos de la administración Trump durante sus últimas semanas, más que un paso efectivo de política exterior”, dijo Geoff Thale, presidente de la Oficina de Washington para América Latina.

Además del diario The Washington Post, otros de alto renombre como The Wall Street Journal, también aseguraba que “la nueva designación, que se anunciará el lunes, puede complicar los esfuerzos del presidente electo Joe Biden para mejorar los lazos con La Habana”. Otros medios como Yahoo Noticias, Infobae o El Economista igual dan por sentada la decisión a tomarse este día.

Cuba fue eliminada de esa lista en 2015 cuando el gobierno de Obama buscaba construir lazos con el país, parte de una campaña que incluía impulsar los viajes aéreos comerciales, la reapertura de embajadas y una visita del presidente Obama al país.

Este domingo, el secretario de Estado, Mike Pompeo anunció su intención de designar a los rebeldes hutíes de Yemen como organización terrorista, una medida de línea dura anti-Irán en los Estados Unidos, todo ello a pesar de las preocupaciones entre los grupos de ayuda de que empeorará la situación humanitaria en Yemen.

Pompeo también dijo que estaba levantando las restricciones a los contactos entre diplomáticos estadounidenses y funcionarios taiwaneses, una medida que enfureció a Beijing pero que ganó elogios del lobby de Washington en Taiwán.