El ministro cubano de economía, Alejandro Gil Fernández, compareció este jueves en el programa radiotelevisivo La Mesa Redonda para referirse a algunos temas de la agenda económica del país, pero dedicando un aparte especial a las polémicas tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).

El titular defendió el surgimiento “estratégico” de este tipo de establecimientos, en el que solo pueden comprar aquellos cubanos que dispongan de una cuenta bancaria con depósitos en dólares estadounidenses (USD), euros, u otras monedas extranjeras.

“Tenemos todos los argumentos. No tenemos que sentir ninguna vergüenza ni complejo por hablar de las tiendas en MLC. Esa decisión es una decisión de justicia social y de socialismo, porque seguimos dando el arroz, el poco pollo por la libreta, la leche a los niños, y el pan por la canasta familiar normada y el pan liberado”, argumentó Gil Fernández en su intervención.

Según su fundamentación, ha sido gracias a la captación de divisas directas a través de las compras realizadas en las tiendas en MLC que el país ha logrado mantener su vitalidad en una serie de sectores y servicios esenciales.

“¿De dónde sale el dinero para duplicar la venta de pollo? De la divisa que estamos captando. ¿Qué nos hubiéramos hecho sin esa divisa? ¿Qué nivel de oferta le pudiéramos dar a nuestra población?”, se preguntó el ministro.

Gil Fernández reconoció que la medida tuvo un carácter urgente, a partir de las medidas aplicadas por la administración Trump para impedir la entrada de dólares a la economía cubana, y luego el impacto directo provocado por la pandemia de coronavirus.

“También podíamos, continuó, al no tener combustible, haber programado apagones. A nosotros nos auguraron grandes apagones y estamos terminando el 2020” sin que se hayan producido, advirtió el ministro.

La experiencia de las tiendas en MLC comenzó con la venta de electrodomésticos y vehículos ciclomotores primero, y luego se fue extendiendo de manera gradual a un número creciente de establecimientos y centros comerciales pertenecientes a la Cadena de Tiendas Caribe y la Corporación Cimex, con ofertas de alimentos y artículos de aseo, que el gobierno cataloga de “alta gama”.

Sin embargo, el principal descontento de la población viene dado por el hecho de que solo en estos establecimientos se pueden encontrar algunos bienes de primera necesidad, que ya prácticamente ya se ofertan en las anteriores tiendas, o tienen ritmos de suministro muy inestables, o insuficientes. Algo que desdice lo planteado en julio pasado por el propio titular de economía cuando aseguró que no se desabastecerían las tiendas de CUC para abastecer las nuevas tiendas en MLC.

“Sí, pueden decir, se está vendiendo en una moneda en la que a mí no me pagan. Pero lo que se está vendiendo en esa moneda es para captar divisas para financiar y comprar producciones que se venden en una moneda en la que sí se paga (…) Sabemos que no toda la población puede acceder a ella, pero es un nivel de oferta que nos permite lograr el segundo objetivo que es captar divisas”, argumentó Gil.

En los últimos tiempos ha crecido a un ritmo vertiginoso el número de comercios dedicados a las ventas en Moneda Libremente Convertible en el país. En la mayoría de los casos de trata de establecimientos que anteriormente vendían sus mercancías en CUC, y a los que ahora solo pueden acudir quienes tengan una tarjeta magnética con respaldo en monedas extranjeras.

Existe la preocupación de que una vez se produzca la anunciada unificación monetaria, con la cual se sacaría el CUC de circulación, las antiguas tiendas que vendían en esa moneda desde mediados de los 90 pasen en su totalidad a la nueva modalidad de comercio en divisas.

El ministro, sin embargo, negó que vaya a ocurrir exactamente así: “Es totalmente falso que en el momento en que se elimine el CUC, esas tiendas pasarán a MLC”. Según sus palabras en la Mesa Redonda de este jueves las tiendas en CUC pasarán a pesos cubanos y los precios se mantendrían en el entorno de los actuales. “Eso es justicia social”, reflexionó el titular.