La migración cubana hacia Estados Unidos sigue indetenible. Según datos obtenidos de manera extraoficial por el importante diario The Washington Post, en marzo habrían llegado a ese país unos 32 000 cubanos. La cifra representa el doble de los migrantes que cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos en febrero. 

Las estadísticas no han sido difundidas oficialmente por el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de la nación norteña, pero según el diario, son fidedignas. Por otro lado, no es difícil de creer la información pues hace algunos días cruzaron la frontera 1500 cubanos en una sola jornada. 

El diario estadounidense establece una comparación con otros periodos de grandes migraciones desde Cuba, y enfatiza las particularidades en esta ocasión. Al respecto indica que estos son “los números más altos desde el éxodo del Mariel en 1980, abriéndose paso esta vez llegando a través de la frontera terrestre sur de los EE. UU., no por mar”.

“Unos 125 000 cubanos llegaron en 1980 durante el éxodo del Mariel, cuando se abrieron los puertos y marinas de la isla para permitir que las embarcaciones estadounidenses recogieran a cualquiera que quisiera partir. Otros 30 000 cubanos llegaron a Estados Unidos a través del Estrecho de Florida durante la crisis de los balseros de 1994”.

Los números seguirán creciendo

Las previsiones del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza impresionan. Durante el presente año fiscal, que inició en octubre, esperan detener a más de 155 000 migrantes de la Isla. Ello representaría casi cuatro veces más que el total de 2021, todo un desafío para la administración Biden.

Oasis Peña, activista comunitario en Miami, señaló al diario que el arribo de tantos inmigrantes pone al límite a las agencias que los apoyan. En el caso de Integrum Medical Group, donde él trabaja, se ayuda a los cubanos con los papeles para recibir cupones de alimentos y asistencia legal. Pero se registran colas de días, y las personas tienen que dormir en el sitio desde la noche antes para garantizar ser atendidos. 

“Hay tanta gente. Es humanamente imposible atender a todos”, afirmó.