Durante 2022 autoridades cubanas decomisaron varias toneladas de peces y crustáceos en operativos en todo el país.La información se dio a conocer en el balance anual del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma). Jorge Álvarez Álvarez, director de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental, dijo que el año pasado se cometieron numerosos delitos contra los recursos forestales, la flora y la fauna silvestre.

Según un medio oficial, en decenas de inspecciones realizadas se aplicaron 44 medidas, incluidas 24 multas. Como parte de estos operativos, se decomisaron unas 29 toneladas de peces y 14 de crustáceos. También se retiraron a particulares 765 metros cúbicos de madera.

Se trata en todos los casos de actividades ilegales. En medio de la grave crisis económica que vive Cuba, la pesca, la caza y la tala de árboles, representan un modo de ganar dinero y, en no pocos casos, garantizar el sustento.

El citado reporte no precisa el destino de los peces y crustáceos decomisados. 

Ilegalidades y multas

De 2020 data el Plan Gubernamental para la prevención y enfrentamiento de los delitos e ilegalidades con relación a los recursos forestales, la flora y fauna silvestre y otros recursos naturales.

Coordinado por el Ministerio del Interior, el plan busca detener actividades consideradas ilegales, como la captura de langostas y la pesca de diversas especies, como el manatí. También están protegidos dos tipos de tiburones, conocidos como marrajo común o de aleta corta y marrajo de aleta larga. 

Las poblaciones de estos escualos han disminuido considerablemente, y según especialistas son necesarios varios años para que puedan recuperarse. 

Por otra parte, también son objeto de tráfico, incluso más allá de las fronteras cubanas, ciertos tipos de aves cantoras. En no pocos casos se someten a competencias de canto en las que median las apuestas de dinero. 

Ante este panorama, la propuesta de las autoridades es incrementar las multas.