A pesar de que el libre visado establecido por Nicaragua facilitó la emigración de miles de cubanos, para estos cada vez es más difícil llegar a Estados Unidos.

A la escasez de vuelos entre Cuba y Nicaragua se suman las trabas de varios países que han establecido el requisito de una visa de tránsito. Y por si fuera poco, tanto algunos estados norteamericanos como países de Centroamérica, han redoblado los controles y patrullajes para contener el flujo irregular de inmigrantes.

Las autoridades cubanas han declarado que no es el gobierno de la isla el que pone trabas a los inmigrantes, sino Estados Unidos. Y es por eso que muchos temen que de un momento a otro el país norteño meta un cerrojo para frenar el innegable boom migratorio del presente.

No sería nada raro si se tiene en cuenta la postura antinmigrante de algunos estados como Texas. O la reciente decisión de un juez federal de bloquear la propuesta de Biden para que los inmigrantes puedan solicitar asilo en la frontera.

1000 cubanos capturados en tres días

En el caso de México, antesala del territorio estadounidense, cada vez son más comunes las detenciones de cubanos. Y ello sucede en el preludio de una visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Cuba, donde de seguro se establecerán nuevos acuerdos desde el punto de vista migratorio.

De momento el ejército mexicano ha movilizado más de 28 mil agentes en tareas de migración en las fronteras del país, según reportes de la propia Secretaría de la Defensa Nacional.

En las últimas horas el Instituto Nacional de Migración (INM) dio a conocer que interceptó un total de 5688 inmigrantes irregulares en los últimos 3 días, de los cuales aproximadamente 1000 son cubanos.

Más de la mitad de los detenidos son hombres y mujeres mayores de edad que viajaban solos. Mientras que el resto estaban acompañados de familiares, donde se incluyen menores de edad. También fueron interceptados 200 menores no acompañados, la mayoría de países de Centroamérica, fundamentalmente Honduras.

Según el reporte de las autoridades migratorias mexicanas, la mayoría de los emigrantes fueron detectados mientras se encontraban en “en casas de seguridad, cajas de tráiler, remolques para ganado u ocultos en compartimentos de autobuses o cabinas de tractocamiones en condición de hacinamiento, sin ventilación, agua y alimentos”. Situaciones que ponen en riesgo la vida de esas personas.

Además, un número considerable se interceptaron mientras atravesaban el desierto, o por zonas montañosas tras ser abandonados a su suerte por los “guías” que deben conducirlos a la frontera con Estados Unidos.

Honduras y después Cuba

Por cantidad de detenidos solo Honduras supera a Cuba, seguidos de Guatemala con 906; Nicaragua con 629; El Salvador con 474; Colombia con 469; Venezuela con 395; Perú con 153; Ecuador con 112, y Haití con un total de 91.

Las autoridades federales han comenzado a procesar a los migrantes en grupos de 150 individuos, a fin de trasladarlos a albergues en un plazo de cuatro días. Allí deben iniciarse los procesos de regularización migratoria y conseguir visas de carácter humanitario.

Durante 2021 la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) arrestó a más de 1,7 millones de migrantes irregulares en la frontera sur de Estados Unidos.

Por su parte el gobierno mexicano deportó a más de 114 000 extranjeros de enero a septiembre pasados, según estadísticas de la Secretaría de Gobernación. Pero durante el actual año se registran cifras récord.

Los alarmantes números de la emigración cubana

Pero si la cifra de detenidos es llamativa, también lo es la de cubanos que han logrado entrar a Estados Unidos. Algo que sirve de aliento a miles de potenciales migrantes que están por iniciar sus travesías.

Solo durante marzo se calcula que llegaron a Estados Unidos más de 32 000 cubanos por la frontera terrestre con México. Números realmente alarmantes, si se tiene en cuenta que equivale a la población completa de un municipio cubano como San Luis, en Santiago, Cabaiguán en Sancti Spíritus, Caibarién en Villa Clara o Mayarí, en Holguín. O sea, es como si en marzo alguna de estas ciudades cubanas hubiera quedado despoblada.

Ello sin tener en cuenta los cubanos que emigran a otros países de Latinoamérica o Europa. Según varios expertos se trata de una avalancha que ya supera el número de balseros de 1994. El número se aproxima a los niveles del éxodo del Mariel, en el año 1980.