El precio del dólar estadounidense hace rato superó su máximo valor histórico frente al peso cubano, y sigue poniendo tierra de por medio.

La moneda estadounidense dejó atrás los $150.00 CUP, cifra reconocida como tope cambiario durante la crisis de los años 90. La peligrosa espiral inflacionista que ahora mismo sufren los cubanos no tiene para cuando acabar y más bien parece cuestión de tiempo que un dólar estadounidense llegue a cambiarse por doscientos pesos cubanos.

De momento el billete norteamericano tiene un valor de $170.00 pesos, una cantidad que supera ampliamente el ingreso medio diario de cada cubano, si se tiene en cuenta que el salario medio establecido por el propio gobierno es de $3838.00 pesos.

Los cubanos ganan menos de un dólar al día

Dicho de otro modo, hoy un cubano promedio gana menos de un dólar al día, si se tienen en cuenta los valores del mercado cambiario informal. Si el cálculo se realiza en base a la tasa de cambio establecida por el mercado estatal de divisas, donde el billete estadounidense tiene un valor ahora mismo de $110.40 CUP, el salario medio diario supera ligeramente un $1.00 USD al día.

Y como es de suponer 1 dólar no alcanza para vivir un día en la isla, sacudida por la mayor escasez de las últimas décadas y donde una reforma monetaria adoptada en el peor momento posible (Tarea Ordenamiento) disparó los precios de todos los bienes y servicios.

Estos son los valores de las tasas de cambio oficial, o sea, aquellos adoptados por el sistema bancario cubano y las Casas de Cambio (CADECA):

 

Sin embargo, como hemos dicho, en el mercado cambiario informal, donde únicamente es posible para la gran mayoría de los cubanos acceder a las monedas extranjeras, los valores son mucho más elevados.

Este sábado las tres monedas de referencia: el dólar americano, el euro y la MLC, muestran una paridad cambiaria en torno a los $170.00 pesos cubanos.

Aunque, como hemos dicho con anterioridad este mercado informal es dinámico y se basa en la oferta y la demanda, de modo que es posible que se aprecien tanto valores superiores como inferiores en cada acto puntual de compraventa.