El Instituto Finlay de Vacunas de Cuba «ha avanzado con solidez y de forma acelerada» en el logro de una vacuna cubana efectiva contra la covid-19, según publicaciones en las cuentas de Twitter del presidente del  Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmaucética de Cuba  (BioCubaFarma), Dr. Eduardo Martínez Díaz y del propio centro científico.

Los tuits de varios científicos de la mayor de las Antillas fueron referenciados este 11 de agosto en el sitio digital de la revista cubana Juventud Técnica, coincidiendo con el anuncio de que la vacuna de Rusia contra el coronavirus SARS-CoV-2 —primera con registro oficial en el mundo— podría comenzar a producirse en Cuba en noviembre próximo.

Otros medios de comunicación, como la agencia de noticias Prensa Latina, también informaron este martes que los biotecnólogos cubanos trabajan en varias estrategias que, a partir de experiencias anteriores, pudieran conducir a la creación de un fármaco inyectable específico contra el nuevo coronavirus.

Junto al ya referido Instituto Finlay, líder del proyecto, laboran en el empeño el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), con reconocidos resultados en el estudio, prevención, control y erradicación de las enfermedades transmisibles, e institución que asumió el tratamiento de los primeros casos de la covid-19 diagnosticados en Cuba, y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, creador de la vacuna recombinante contra el virus de la hepatitis B. y del Heberferon ®, de probada eficacia en los protocolos cubanos de atención a pacientes contagiados por el SARS-CoV-2. 

«Lograr una vacuna efectiva contra la covid-19 es prioridad para todo nuestro sistema de ciencia e innovación», afirmó a través deTwitter el presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma, entidad rectora de la industria biotecnológica cubana.

Desde el inicio de la pandemia de la covid-19 en el mundo, e incluso antes de su detección en Cuba hace cinco meses, el 11 de marzo de 2020, los científicos cubanos han enfocado sus investigaciones y acciones hacia el combate del virus que la provoca, a través de protocolos para el manejo clínico de la enfermedad, que incluyen los aspectos preventivo, terapéutico y de convalecencia.

Desde febrero de 2020, la industria farmacéutica y biotecnológica y el Ministerio de Salud Pública cubanos desarrollan un programa conjunto de investigaciones que ha permitido introducir productos propios al tratamiento de los enfermos, y al mismo tiempo, avanzar en los estudios para la obtención de otros destinados a prevenir el contagio con el nuevo coronavirus.

Esta proyección es la que ha integrado a Cuba a los esfuerzos internacionales por crear una vacuna contra la covid-19, que ya fructificó en el caso de Rusia, y avanza en diferentes etapas en China, Reino Unido y Rusia.

Las noticias sobre la posible producción de la vacuna rusa en Cuba y los avances en la creación de un medicamento inyectable propio, coinciden con un complejo escenario provocado por el rebrote epidémico de la covid-19 en la isla caribeña.

Según publica el sitio Cubadebate y replican varios medios de prensa, este 12 de agosto el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda abordará el papel de la ciencia cubana en el actual contexto epidemiológico marcado por el ascenso de los casos positivos por covid-19.