Las autoridades de salud mundial están en alerta por la propagación de la llamada “viruela del mono”, una rara enfermedad viral reportada por primera vez en el Congo en 1970 y que se ha reactivado en las últimas semanas en algunas ciudades de Europa y luego se confirmaron casos en Estados Unidos. 

Por ejemplo, Portugal señaló este 18 de mayo que había identificado cinco casos de “viruela del mono”, mientras España afirmaba que estaba comprobando 23 casos potenciales. 

Finalmente, el estado norteamericano de Massachusetts anunció que había encontrado un caso en un hombre que viajó recientemente a Canadá. Así que este último país podría estar implicado también. 

El Reino Unido fue el primero en confirmar un caso de esta rara enfermedad a principios de este mes. Ahora ha detectado siete casos y está trabajando con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para investigar cómo se está propagando el virus. El caso de Gran Bretaña era de un hombre que provenía de Nigeria y había estado allí recientemente. 

Las autoridades de salud sospechan que algunas de las infecciones pueden haber ocurrido a través del contacto sexual, en este caso entre hombres. Cuatro de los casos del Reino Unido están identificados como bisexuales. Fueron personas que visitaron clínicas de salud sexual después de desarrollar la erupción asociada con la “viruela del mono”.

“Todavía no se ha confirmado ninguna fuente de infección. Según la información actualmente disponible, la infección parece haberse adquirido localmente en el Reino Unido. El alcance de la transmisión local no está claro en esta etapa y existe la posibilidad de identificar más casos”, dijo la OMS este miércoles en un comunicado. 

¿Qué es? “La viruela del mono”, es similar a la viruela humana y generalmente comienza con una enfermedad similar a la gripe e inflamación de los ganglios linfáticos, seguida de una erupción en la cara y el cuerpo. 

La mayoría de las personas se recuperan de la enfermedad, que es endémica en partes de África central y occidental y generalmente es el resultado del contacto cercano con animales infectados. Se desarrolla en unas pocas semanas, la persona puede recuperarse, pero en casos de “no atención”, puede ser fatal.